Torre Arcayna recupera su esplendor

Las obras de rehabilitación de Torre Arcayna, permitirán devolver el esplendor a la histórica casa-torre del siglo XVIII y a su magnífico jardín.

El Alcalde de Murcia, José Ballesta, ha acudido junto a los propietarios del inmueble a la histórica casa-torre para conocer de primera mano el avance de las obras que supondrán su completa rehabilitación.

“Es importante destacar este lugar en el que nos encontramos hoy, en mitad de la huerta, estamos junto a los históricos pinos centenarios de la pedanía de Churra en un lugar mágico. Los arqueólogos han trabajado intensamente para poder reconstruir el esplendor del pasado esta casa torre, y los técnicos han puesto todo su conocimiento y toda su destreza para que la recuperación sea ejemplar. Se han cuidado todos los detalles, como por ejemplo la recuperación del escudo nobiliario que presidía su fachada”, puntualizaba Ballesta.

La casa y el jardín forman, junto a la iglesia, un conjunto histórico que es pieza esencial en la identidad y el imaginario colectivo de los vecinos de Churra y El Puntal.

Teniendo en cuenta la importancia del inmueble, los trabajos de rehabilitación del edificio y jardín cuentan con un estudio arqueológico que ha analizado la documentación histórica del edificio y el jardín, la prospección arqueológica, la documentación fotográfica y la realización de catas parietales sobre los enlucidos y pinturas interiores y exteriores, así como la fotogrametría de los alzados.

Estos trabajos, que continuarán durante el proceso de rehabilitación del inmueble, permitirán la recuperación y conservación fiel del histórico inmueble.

Torre Arcayna

Torre Arcayna es una vivienda solariega, cuya parcela está formada por cinco núcleos claramente diferenciados:

–       El primero, la propia vivienda y dependencias anexas, que ocuparía el extremo suroriental

–       El segundo sería la Iglesia-Parroquia Nuestra señora de la Encarnación, justo en la esquina opuesta.

–       El tercero, la casa del guarda, entre la iglesia y la vivienda.

–       La cuarta, en la parte central y septentrional de la parcela, lo ocupa el huerto, el cual aparece dividido por un andén de bloques de cemento en sus caras.

–       Finalmente, la zona de jardín, presidida por un pequeño cenador, sustentados con pilares de ladrillo y cubierta de hierro y alambre.

El inmueble está catalogado en su fundación en el siglo XVIII, aunque ya existen referencias anteriores a esta finca, y ya en 1600 se conoce la instalación de la Ermita-Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación en 1600 fundada por Diego Sánchez en terrenos de su propiedad, en el Pago de Churra la Vieja. La actual iglesia se erige en 1910.

El jardín

El histórico jardín contaba con un cenador y unos andenes que distribuían los espacios donde se ubicaban los huertos. Gracias a las ortofotos, se ha podido analizar la distribución del jardín y su evolución, destacando el cenador compuesto de ocho columnas de ladrillo sustentando una estructura metálica que, en su momento, debió soportar la bóveda vegetal que conformaba esta cupulilla, de la que en la actualidad sólo quedan las nervaturas metálicas, y resto de los cipreses que lo circundaban, siendo objeto también de análisis arqueológico.

Recuperación del patrimonio

Esta iniciativa, se suma a las llevadas a cabo por el Ayuntamiento para recuperar el patrimonio, actuación a la que destinará más de 10 millones en el presente año.

Fruto de este compromiso, Murcia continúa recuperando los espacios que la han dotado de identidad a lo largo de sus 1.200 años de existencia, como se está haciendo en las Fortalezas del Rey Lobo, la Cárcel Vieja o el mercado de Verónicas.

La recuperación del patrimonio asociado a la Huerta de Murcia tiene un papel fundamental en esta estrategia, habiéndose recuperado ya el Molino del Amor y el de la Pólvora, el entorno de la rueda de La Ñora y la recuperación de acequias y meandros, que se verán reforzados con las actuaciones en el meandro del Vivillo, el Riacho de la Morda, la Contraparada, las rutas en la Aljufía o la adecuación de quijeros.

La colaboración de la iniciativa privada, como en este caso, es fundamental para devolver a Murcia su esplendor, incentivando estas intervenciones el Consistorio mediante una bonificación en el ICIO, como en el caso de Torre Arcayna.

La recuperación de casas-torre es una prioridad por cuanto son un elemento esencial en el forjado de la identidad de Murcia, como prueba el hecho de que, con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1927, el Pabellón Regional que representó de forma conjunta a las provincias de Murcia y Albacete, fuera el diseño de una casa-torre del siglo XVII obra de los arquitectos Aníbal Álvarez y Martínez Chumilla.

En este sentido, hoy albergan colegios como en el caso de la de los Marqueses de Espinardo, residencias de ancianos o restaurantes, pero también instituciones públicas como el Museo de la Ciudad o la casa del belén en Puente Tocinos.

Además, existen proyectos para rehabilitar Torre Almodóvar y Torre Falcón.